Los diputados del PRI están en contra de la ley que propone militarizar la Guardia Nacional. Consideran que no es la solución para combatir la violencia en el país y podría dar lugar a un Estado represor. Aseguran que esta ley representa un retroceso en la construcción de un Estado democrático y da demasiado poder a una sola institución sin control parlamentario. Afirman que con esta legislación se busca militarizar al país de manera excesiva. Opinan que el Ejército no debería encargarse de la seguridad pública y señalan que la Guardia Nacional debe depender de una autoridad civil. Critican que no se fortalezcan las policías locales y que no haya un plan integral de seguridad que incluya a los estados y municipios. Advierten que la propuesta actual no funcionará. Consideran que esta ley busca restringir libertades y perpetuar el control político del oficialismo. Reiteran su rechazo a la Ley de Guardia Nacional por considerar que daña el federalismo y no resuelve los problemas de seguridad a nivel local, debilitando al Ejército.
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