El sufrimiento por pérdidas que no son necesariamente por la muerte puede ser muy fuerte para jóvenes estudiantes. A veces, cambios como mudarse, separarse de la familia, romper una relación o no alcanzar una meta importante pueden causar sentimientos de vacío y tristeza. Estas situaciones, aunque no involucren la muerte de alguien, pueden afectar mucho el equilibrio emocional de las personas jóvenes. El problema es que a menudo no se reconocen como duelos, y por lo tanto, los alumnos no reciben el apoyo necesario. Esto puede llevar a problemas en la escuela, ausencias, aislamiento y comportamientos que afectan la salud mental y física. Los jóvenes a veces no hablan de lo que sienten por temor a ser juzgados, ya que hay poca comprensión sobre el tema del duelo. Es importante crear espacios de escucha en las escuelas, capacitar al personal educativo en manejo de emociones, reconocer la diversidad de duelos en los estudiantes y brindar apoyo emocional como parte de la educación integral. En la Universidad Autónoma de Hidalgo ya tienen un protocolo para urgencias emocionales que se puede consultar en línea.
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