En una reunión en el Palacio Legislativo de San Lázaro, los diputados del PRI rechazaron una reforma a la Ley de Aduanas que consideran perjudicial. Argumentaron que esta reforma no aborda el problema central que es la corrupción en las aduanas mexicanas. Se mostraron en contra de aumentar multas hasta en un 300% del valor de la mercancía, ya que creen que esto afectará la logística y los precios de los bienes. Se opusieron también a que la reforma dé más poder a ciertas agencias sin garantizar resultados efectivos para agilizar el comercio internacional, combatir la evasión fiscal y mejorar la seguridad en las aduanas.
Además, señalaron que la reforma no incluye controles adecuados para garantizar la transparencia en la actitud de las agencias involucradas en el comercio internacional. Consideraron que la reforma propuesta no es una modernización real, sino más bien busca aumentar la recaudación de impuestos. Por otro lado, propusieron una alternativa: una Ley Aduanera eficiente, transparente y moderna que reduzca la corrupción y haga al país más competitivo, tomando como ejemplo modelos exitosos de Europa.